AUTOR: Pedro Alvaro Salazar Sánchez M.V.Z. Ovicapricultor.
Se observa con bastante frecuencia el querer de los ovicapricultores en mejorar la calidad de sus rebaños en busca de una mayor rentabilidad. Y qué se viene haciendo? Pues se parte de un rebaño de hembras comunes, a las cuales se les coloca un macho de raza pura. Y a las hembras de este cruce, nuevamente se les ofrece un macho puro y se continúa en este proceso hasta terminar en un rebaño puro, pureza lograda por absorción; es decir la raza nativa es absorvida por la pura a través de los años.
Pero los criadores son sabedores de los problemas que traen los animales puros por dos aspectos principales: la falta de adaptación a nuestro medio y los mayores requerimientos en su parte nutricional; mientras estos dos factores no estén resueltos totalmente, los resultados no serán tan bondadosos como eran de esperarse. Y aquí debemos pensar en una base fundamental para estas industrias y que dice “A mayor selección…mayor degeneramiento biológico”. Se traduce en que entre más fino sea un animal, es más delicado. Esto se observa hasta en los humanos. No debemos descuidar que estamos en el trópico, ambiente bien diferente a las zonas en donde se han formado la mayoría de razas especializadas en la producción de carne o leche.
Sands y McDowell han hecho un estudio sobre caprinos que nos da mucha luz al respecto de este tema. Es el comportamiento de razas europeas en el trópico, contra razas nativas y el cruce entre las dos.
Se puede observar que a los seis meses la europea (en el trópico) pesa 13.2 Kilos, mientras la nativa sólo 10.3 Kilos. Pero a los doce meses, la europea va con 18.2 y la nativa, con el mismo peso. El cruce tiene 16.8 a los seis y 30.1 a los doce. Comparando pura con cruce, tenemos 13.2 contra 16.8 y 18.2 contra 30.1 a favor de la cruzada. Datos para pensarlos muy bien. Y en cuanto a leche, pues tenemos una producción total 290 kilos en la pura y 289 en la cruzada. Creo que es necio todo concepto y cada uno de ustedes debe darle el análisis que se quiera. Pero sí vemos cómo se confirma el cuestionamiento arriba expuesto.
No estamos contra la raza pura, pues es indispensable tenerla en todas partes. Pero creo que debe estar en manos de quienes produzcan ejemplares puros para la venta y como pie de cría. De allí saldrán los mejorantes, especialmente machos, que suban la rentabilidad en las otras industrias. Otra consideración es el llamado “vigor híbrido”, mediante el cual en el cruce de varias razas se obtiene un ejemplar de superior producción a sus padres por estar éstos no totalmente adaptados al medio-ambiente donde se encuentran.
Se llega así, al puro por cruce, pero el productor ya sabe de los inconvenientes de un animal puro y en muchos casos regresa, haciendo el cruzamiento en este caso, con machos nativos, para volver a la rusticidad. En últimas es un problema complejo y que se reduce a que “cada finca tiene su cabra (o camura) y cada cabra (o camura) tiene su finca”. El secreto está en encontrar la genética precisa para determinado predio; si lo encuentra tendrá un rebaño, verdaderamente productivo, gracias a estar en el medio más apropiado que le podamos ofrecer, y en donde cada ejemplar podrá desarrollar todo su potencial productivo.
En las ganaderías bovinas se observa palpable el problema. Se trabaja en base a hembras de la raza cebú, en cruzamiento con razas especializadas en producir carnes finas, y traigamos como ejemplo al Angus. La recomendación es emplear el F1 o primer cruce. Y vaya que resultado sí dá. Pero el pobre ganadero qué hace? Debe conseguir los animales en las ganaderías especializadas, levantar y cebar ese F1. O meterse en el problema de tener las dos razas para ser su propio proveedor (menudo lío). Y en cabras o en camuras se quiere seguir la misma conducta. El problema aún no se soluciona pues por el ciclo tan corto que se maneja, no existe el mercadeo de tener crías destetas, animales de levante y de emposte (para cebar). Cada uno tiene su pie de cría, lo levanta, ceba y le hace la comercialización.
Y entonces qué? Pues acá le vamos a proponer que le meta algo de genética a su rebaño. Indispensable llevar unos registros genealógicos muy estrictos para que todo funcione. Se trata simplemente de llegar al ejemplar 5/8-3/8 y detener ahí la genética. Pensemos en caprinos para la producción de leche y trabajemos, por ejemplo con la raza Alpina, teniendo como base hembras nativas. Y a estas nativas las llamaremos de raza Santandereana, para tratar con algo de tanto aprecio por nosotros. Queremos llegar a un ejemplar que sea 5/8 Alpino y 3/8 Santandereano. Este ejemplar es altamente productor de leche por su sangre de 5/8 en alpino y a su vez muy resistente por su 3/8 de Santandereano. Lógicamente podemos seleccionar las razas que estimemos más indicadas para cada caso. Lo interesante es tener ese tipo preciso de animal y mantenerlo en esa genética precisa para lograr una producción estable, evitándonos el estar consiguiendo periódicamente ejemplares puros, bien costosos y bien delicados. Pero partamos de otra idea básica y es que la especie cabra se tiene para la producción de leche y la especie camura, para producir carne; bien que se está trabajando con la Boer que es para carne, siendo un caprino. Iniciemos nuestro recorrido con los caprinos.
Partimos de hembras nativas, en nuestro caso Santandereanas, buscando ejemplares que demuestren una buena medra. Medra es el buen comportamiento del animal a los medios externos. Siempre vemos en todos los rebaños animales de lujo, que comen muy bien, que aprovechan su ración, que se preñan fácilmente, que son muy productivos o en últimas que tienen muy buena medra. Esas son las hembras que se necesitan. A este rebaño le colocamos un macho puro de la raza Alpina y de allí vamos a tener un media-sangre, o sea un animal que tendrá la mitad de la genética del macho y el resto de la hembra. Es el famoso F1. Hasta acá vamos bien; todo sencillo y continuamos con el proceso. A las hembras F1, bien seleccionadas, se les coloca otra macho puro Alpino y que debe ser de sangre diferente al primero, para evitar la consanguinidad, nada deseable en ninguna especie. Y de aquí vamos a tener un F2, o un segundo cruce que va a tener la mitad de la genética de sus aportantes o sea ¾ de Alpino y ¼ de Santandereano. A las hembras seleccionadas de este último cruce, le aplicamos un macho seleccionado del primer cruce que se hizo, o sea un 1/2 Alpina1/2 Santandereano, para resultar con el ejemplar 5/8 Alpino, 3/8 Santandereano.
Qué hacer en adelante? Pues dejar este grado de genética y conservarla en ese punto. Hay que hacer un estudio técnico bien profundo, para establecer las características que vaya a tener ese ejemplar. Se dejan los animales con esas características y así vamos fijando los caracteres que deseamos. Es un trabajo que perfectamente nos lleva tres-cinco años. Y aquí hemos hecho una nueva raza que se podría llamar como se quiera. Vendría lo de Asociaciones de productores, con los registros correspondientes..etc.etc.
Pero se corre el peligro de llegar al problema de consanguinidad, cosa nada deseable por sus consecuencias desastrosas. Hay que organizar todo en forma eficiente, con la aplicación del mismo sistema en rebaños diferentes que lleguen todos a ese punto de genética, trabajando en cada caso con machos de diferente sangre. Se seleccionan muy bien los machos 5/8 3/8 y se intercambian…en esta forma no hay consanguinidad posible. Pero ojo que todo tiene un gran compromiso de responsabilidad en cada artista que se meta en el programa.
VARIANTES QUE SE PUEDEN OFRECER. El programa es bien generoso y dá para alternativas. Por ejemplo, estamos hablando de un ejemplar 5/8 Alpino 3/8 Santandereano, par tenerlo en un ambiento ya especializado, por aquello de los 5/8 de Alpino. Pero si va a estar en un ambiente de menos cuidado, pues podemos sacar fácilmente, un ejemplar que sea 5/8 Santandereano 3/8 Alpino. Como se ve la mayor parte de genética está en el Santandereano, lo que lleva a pensar en un animal más resistente que el anterior pero algo menos productivo…y aquí volvemos a la ley…cada cabra tiene su finca y cada finca tiene su cabra. Y cómo llegamos al 5/8 Santandereano 3/8 Alpino? Bien sencillo..en el segundo cruce, a las hembras media sangre que traíamos, se les coloca un macho puro Santandereano y con ese sólo cambio ya llegamos al deseado. Ve qué fácil ¿. Todo es cuestión de sólo aritmética.
Me llega una consulta, para ver qué sale si se mete en el primer cruce un media sangre y en el segundo un 7/8. Viene el juego matemático y llegamos al 5/8 3/8. En este caso se trabaja con Dórper. Pero ve todas las variantes que pueda tener? Reiteramos que todo es aritmética teniendo en cuenta que cada animal nuevo tiene la mitad de la genética del padre y la mitad de la madre. La suma de los dos componentes tiene que ser igual a la unidad (porque es UN animal). Si nos da diferente algo ha quedado mal.
Y DE LOS OVINOS…QUÉ? Dediquemos unas líneas a los ovinos, pues están tomado una importancia tremenda. Inicialmente recordemos que el camuro es una raza de ovejo, que por haberse llevado a tierra cálida ha botado la lana y ha tomado el pelo característico…pero sigue siendo ovejo con sus 54 cromosomas.
Y en líneas generales tenemos que el camuro (de tierra cálida) es más liviano que el ovejo de lana de los páramos. La diferencia, en veces llega al doble. Si analizamos que son sólo dos razas de ovejos, pues se pueden hacer los cruces que se quieran. Si usted cruza camuras con ovejo de lana pues va a tener un producto, más pesado que el camuro y más liviano que el ovejo de pelo. Y si usted está ubicado en zona cálida trabajando con camuros, pues bien vale la pena analizar este planteamiento. Lo que sí no conviene es llevar el camuro a zonas altas para cruzarlo con las ovejas allí existentes, pues seguramente el producto va a ser más liviano que las ovejas allí presentes.
Y aquí es bueno que usted analice el factor clima ya que el pobre ovejo de lana no debe estar en tierras cálidas. Pero es que hoy encuentra usted unas razas especializadas en producir carne y que van bien en tierras cálidas. A esas nos referimos y tomemos como ejemplo el DÓRPER que es tal vez el más conocido de las razas nuevas que han entrado al país. Las razas son muchas y tratamos con ésta como ejemplo, siendo todas muy buenas.
Insistimos que…”cada finca tiene su Camura y que cada Camura tiene su finca”. Queremos también encontrar un ejemplar que sea 5/8 Dórper 3/8 Camuro. Se hace un ejercicio matamático; se requiere papel, lápiz y recordar los ejercicios aritméticos de la lejana infancia y que se nos enseñó en la escuela. Partimos de las camuras comunes en la tierra cálida y que generalmente son una mezcla genética de varias razas. A estas hembras se les coloca un Dórper puro. Se obtiene el primer cruce o F1 que es ½ Dórper, ½ camuro. A las hembras de esta generación, se les coloca otro macho Dórper puro (de diferente genética) para obtener el ¾ Dórper, ¼ camuro; tenemos el F2 o segundo cruce. Y las hembras de este lote, van con un macho del primer cruce (no interesa que sea el mejor) que es ½ sangre Camuro, media sangre Dórper para llegar finalmente al 5/8 Dórper, 3/8 Camuro, ejemplar que estamos buscando. Si usted quiere sacar otro tipo de animal, que sea 5/8 Camuro, 3/8 Dórper, basta sencillamente, en el segundo cruce, en vez de emplear un macho Dórper, pues emplea un macho Camuro y obtendrá el resultado esperado. Este ejercicio matemático es bonito y se convierte en un pasatiempo. Emplee el sábado y el domingo para esta diversión.
Como se dijo anteriormente, se puede trabajar con cualquier raza; no tenemos preferencia en este artículo por ninguna, pero usted seleccione la de su gusto y haga el ejercicio. Estamos en el punto que usted ya tiene la genética en los 5/8 3/8 y debe permanecer ahí, que es precisamente la genética deseada. Si trabaja sólo, ahí quedó parqueado. Es necesario tener este sistema de cruzamiento en otro predio, con ejemplares de las mismas razas, con un mismo programa, buscando la misma genética. No importa que allí también le den todo el interés al programa y se hace el intercambio de reproductores (siempre 5/8 3/8). Ahora debemos sentarnos con los Técnicos (que pueden ser ustedes mismos) y establecer con toda la responsabilidad, las características que deseamos en estos animales, para que en adelante, ejemplar que no llene los requisitos, va fuera. Se sigue con animales iguales y en 4-5 años estará conformada una nueva raza. Ve qué fácil es de hacer?
Si el programa va a tierra fresca, usted bien puede pensar en un cruce 5/8 ovejo de lana, 3/8 camuro. Le dejo la tarea de recordar la aritmética para este cruce. Este animal, en tierra cálida no va, por la superioridad del ovejo en el cruce y la poca resistencia de éste al calor, además de que este cruce presenta cierta cantidad de lana que le es molesta. Pero esta lana el animal la va botando y queda con pelo, como adaptación al nuevo medio. Le hemos presentado una iniciativa que bien le puede dar resultado para lograr mejor rentabilidad en su rebaño
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