Se pretende que las ovejas produzcan leche con ácidos omega 3, omega 6 y linoleico conjugado
Fecha de publicación: 20 de abril de 2009 Un grupo de investigadores del Área de Producción Animal de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia lleva trabajando desde 2007 en un proyecto para obtener de forma natural productos del ganado ovino churro, como la leche y lechazos, con mayores niveles de ácidos grasos poliinsaturados, que son beneficiosos para la salud humana.
Según la Agencia de Noticias para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (DiCYT), estos científicos han llevado ya a cabo dos pruebas con 48 ovejas churras y sus correspondientes crías, en total 80. El experimento ha consistido en añadir productos ricos en ácidos grasos omega 3 y omega 6 o en ácido linoleico conjugado (CLA) al alimento de las ovejas, que previamente fueron inseminadas y separadas en cuatro lotes.
La novedad del proyecto es que "no enriquecemos con ácidos Omega 3 ó 6 la leche, como lo hacen las industrias lácteas, sino que se pretende enriquecer la propia leche de la oveja a través de su alimentación", explicó Teresa Manso, coordinadora de la investigación. "Pretendemos que las ovejas produzcan una leche más rica en ácidos grasos omega 3 y omega 6 o en CLA, un ácido graso con muchas propiedades anticancerígenos y muy beneficioso para la reducción del colesterol y los triglicéridos", agregó.
La investigadora cree que las tendencias del mercado hacia productos adaptados a las nuevas recomendaciones dietéticas relacionadas con la salud humana hacen que en el futuro se puedan valorar otros aspectos como las características de los ácidos grasos presentes en la leche y en los lechazos. "Creemos que el desarrollo de este proyecto podría tener grandes beneficios para el mercado y el consumidor", afirmó Manso.
Productos más saludables
Si la madre produce a través de la alimentación una leche rica en este tipo de grasas, "lógicamente los corderos lactantes serán más beneficiosos también para el consumidor y es que las grasas que ingieren los corderos lactantes no son modificadas de forma previa a la absorción como ocurre en rumiantes adultos", apuntó Manso, que subrayó que la única alimentación que reciben los lechazos es la leche de la madre. Si se obtiene una mejor carne en los lechazos, se está consiguiendo que el lechazo sea más saludable, añadió.
Hay que tener en cuenta que el aumento de ácidos grasos poliinsaturados en la carne de lechazo "puede ir unido a un incremento en los procesos oxidativos de las grasas, pudiendo afectar a la conservación y alterar la calidad de la carne que, en gran parte, esta relacionada con la composición en ácidos grasos" y por eso "durante el desarrollo de este proyecto se están llevando a cabo estudios que evalúen si los cambios habidos en la composición de la carne podrían afectar a su vida útil", precisó la coordinadora.
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